jueves, 7 de noviembre de 2013

Lámpara HENDRICK'S


Ahora que están tan de moda los Gin y hay tantos que escoger, uno no sabe cual pedir y quizás se fije en el modelo de la botella y lo llamativa que ésta sea.

Pues a mi me da otra idea.

Las botellas de ginebra son realmente bonitas y atractivas y para mi seria una lástima tirarlas sin más. Por eso hice esta lámpara discreta, con un tono de luz cálido y suave.

La primera botella me la dio un amigo y ahora está en El Calissó y gracias a ellos y su suministro de botellas haré más o sea que si queréis me pedís una.

Mochila tejana

El otro día mi marido quiso tirar unos tejanos

-Quieto parao! Con eso le voy a hacer una mochila al niño. Le dije.

Desmembré el pantalón por delante y por detrás y con esto y con aquello le fui dando forma a la bolsa, con un bolsillo aquí y un botón allá... ¿Qué os parece?

Pues el niño va la mar de contento al cole.

Lámpara morisca


He aquí una lámpara morisca que me compré hace ya unos cuatro años en Sitges.

Ahora está bien bonita, pero unos días atrás me di cuenta de lo maltrecha y oxidada que estaba.  Pues nada, manos a la obra.

Lo primero es quitarle el mecanismo de la luz y descolgarla.


Una vez hecho esto me dediqué a quitar, con mucho cuidado, los cristales. Esto es delicado, ya que se pueden romper y entonces encontrar un recambio puede ser complicado.


Hay que ser metódico con los recovecos y huecos que tiene la lámpara, las filigranas son delicadas y si se lijan demasiado fuerte, pueden llegar a doblarse.

 
Después de que todos los cristales estuvieron fuera, me dediqué a lijar la superficie para retirar, en la medida de lo posible, el óxido.

Ya que estamos, también se limpian bien los cristales.



Ya en esta fase, con la lámpara bien lisa y sin óxido, se le aplica una capa de pintura de minio o antióxido, que es lo mismo. Así también queda maja, pero no es mi estilo.

Después de dejarla secar, le apliqué dos capas de pintura negra mate en spray para un acabado limpio y profesional.