Una cota de malla con chapitas de latas

Esto es un trabajo duro y arduo..... Más que nada por las latas de cerveza, coca-cola, fanta, etc, que te has de beber.
Después de varios meses recopilando chapitas toca ahora confeccionar la malla. Lo primero que haremos es perfilar los bordes cortantes, los cortamos o los doblamos para que no nos hagamos daño con la chapa. Es un poco pesado por que son muchas las chapas que hay que perfilar. Yo lo hacia un ratito cada noche.
Al cabo de unos días de esta labor las uniremos con una cadeneta de ganchillo.
Como en la foto. Cada cinco puntos pondremos una chapita. Las haremos tan largas como larga sea la superficie en donde irán colocadas.
Por descontado, como hago yo siempre, reutilizaremos un disfraz. Este era del año pasado, iba disfrazado de campesino de la edad media. Lleva gorro y es marrón, perfecto para lo que quería.

Ahora toca enganchar las chapitas en la superficie deseada. Yo lo hice cosiendo la cadeneta al disfraz con puntos largos. Hay que tener en cuenta de que las chapas se mueven, por lo que deberéis hacer un nudo fuerte al comienzo y al final del cosido.
El resto de adornos del disfraz son cosas que ya tenia. Por ejemplo el año pasado también lo disfracé de guerrero medieval y la capa se la hice con un jersey verde de su padre que tenia una capucha. Las muñequeras (punyetes en català) también se las hice el año pasado. El arco, las flechas con su porta flechas o carcáj y la espada, también son del año pasado.
El resultado es muy chulo, además todo el mundo en la feria alucinaba con el traje, incluso la gente que vendía disfraces medievales.
El niño se lo pasó genial vestido así., se lo creía y todo, je, je. ¡A que va guapo!
Agradecimientos por la recopilación de chapas: A los abuelos, a los abuelos postizos y al hospital de Mollet, dónde su tío trabaja.